Los hongos son microorganismos vivos que podemos encontrar fácilmente en nuestros pies. Múltiples rutinas y acciones del día a día nos ponen en contacto con estos hongos, y por diversas causas pueden llegar a atravesar la barrera de la piel, burlar su defensa e infectar tanto las uñas como la misma piel.

Cuando esto ocurre, estamos ante patologías como pueden ser un pie de atleta (infección de la piel por hongos), acompaña de picor, rojez e incluso pequeñas heridas, o una onicomicosis (infección de la uña por hongos), donde la uña cambia su aspecto, aumenta su grosor y prácticamente para su crecimiento.

En esta situación, lo más importante es hacer un diagnóstico correcto, apoyado en la exploración clínica así como en pruebas de laboratorio que nos digan qué hongo tenemos delante, ya que existen una gran cantidad de familias de hongos diferentes, y cada uno tendrá una terapia distinta.