Principalmente, va a depender de la actividad de cada persona, la velocidad con la que aparezcan estas frecuentes lesiones y los problemas o molestias que causen. En personas de edad más avanzada, con mayor presencia de patologías, se recomienda una visita mensual o cada dos meses.
La diabetes es una patología que puede tener consecuencias muy negativas en los pies, como úlceras o incluso amputaciones, por lo que hay que extremar su cuidado y su vigilancia.
Realizar ese cuidado en casa no es lo más recomendable, ya que a menudo se utilizan materiales que no son los adecuados, además de no estar estériles o desinfectados, pudiendo ocasionar problemas importantes. Una visita mensual al podólogo es el mejor consejo que te podemos dar para la correcta atención de los pies de las personas diabéticas.
El estudio de la pisada, realmente, no es solo de la pisada. Se hace un estudio biomecánico completo en el que se detectan y se solucionan factores que, en algún momento de tu vida, podrían causarte alguna dolencia o lesión. La actuación en prevención es la más importante de todas.
Nuestro cuerpo y nuestras circunstancias están en continuo cambio. Cada deporte o actividad nos somete a un estrés diferente, por lo que es recomendable hacer un estudio biomecánico cada cierto tiempo, y siempre si se va a comenzar a realizar algún tipo de actividad o deporte nuevo. Dicha actividad podría ser, por ejemplo, pasar de ir en transporte al trabajo a comenzar a ir andando.
A menudo nos encontramos en consulta a jóvenes, adolescentes o adultos con lesiones y problemas provocados por sus pies que nunca han visitado al podólogo. Lo ideal es que, si no se detecta ningún problema con anterioridad, la primera revisión se haga en el niño a los 3-4 años de edad, ya que la actuación precoz es clave para evitar problemas en la edad adulta. A los 8 años, el niño ya tiene estructurados el 80% de sus valores torsionales y estructurales, por lo que revisar los pies y el aparato locomotor del niño antes de esta edad va a tener una gran importancia.
Las plantillas son dispositivos que, cuando se realizan de manera personalizada y adaptada a cada paciente, cambian el tipo de pisada de la persona que las usa. Esa nueva pisada que proporciona al paciente es más fisiológica y eficiente, haciendo que se reparta mejor la presión y el estrés por todo el pie, protegiendo zonas lesionadas o dolorosas.
La industria del calzado cada vez es más consciente de la importancia de diseñar zapatos con características fisiológicas. Hoy en día, la enorme mayoría de zapatos que existen en el mercado son aptos para albergar unas plantillas personalizadas, sobre todo aquellos que lleven una plantilla de serie que se pueda extraer, por lo que no es necesario comprar un calzado especial para las plantillas. La imposibilidad de introducir unas plantillas podológicas en un calzado quedará restringido a zapatos concretos que sean muy estrechos o que tengan características poco fisiológicas.
El pie es nuestro principal elemento de contacto con el medio en el que vivimos. La forma en la que el pie contacte con el suelo, determinará el impacto y el estrés físico que sufre nuestro cuerpo. Es por ello que cuando un pie no funciona del todo bien, ese contacto que realiza con el suelo puede ser patológico, haciendo que el resto de estructuras que están relacionadas con el pie (rodillas, caderas, espalda…) manifiesten dolor o lesión. Si mediante el pertinente estudio y tratamiento cambiamos la forma de pisar de ese pie a una forma más saludable, conseguiremos que los impactos que entran a través de él sean más fisiológicos, y el resto del cuerpo sufra menos estrés.
La duración de la sesión de fisioterapia en una clínica privada suele estar en torno a 1h. Normalmente oscila desde 40min a 1h dependiendo de la política de empresa de cada clínica. La primera sesión de fisioterapia puede ser mas prolongada que las demás ya que hay que realizar una evaluación completa y exhaustiva del paciente con el fin de encontrar todos aquellos factores de riesgo que han llevado al paciente a la patología
Algunas sesiones pueden ser más cortas, especialmente si se trata de evaluaciones iniciales o de seguimiento, mientras que otras pueden ser más largas si se realizan procedimientos más complejos o extensos. La duración exacta se determinará en consulta con el fisioterapeuta, quien evaluará las necesidades y metas del paciente para establecer un plan de tratamiento adecuado.
La cantidad de sesiones de fisioterapia necesarias varía significativamente según la condición médica o lesión específica, la gravedad del problema, la respuesta del paciente al tratamiento y otros factores individuales. En muchos casos, se establece un plan de tratamiento inicial, pero este puede ajustarse según la evolución del paciente.
Algunas personas pueden experimentar mejoras significativas después de solo unas pocas sesiones, mientras que otras pueden requerir un tratamiento a más largo plazo. La frecuencia de las sesiones también puede variar; algunos pacientes pueden necesitar fisioterapia varias veces a la semana, mientras que otros pueden requerir menos frecuencia.
Es importante consultar a un fisioterapeuta cuando experimentas dolor, incomodidad, limitación de movimiento o cualquier otro problema físico que afecte tu calidad de vida. Aquí hay algunas indicaciones de cuando es el momento adecuado para visitar a un fisioterapeuta:
1. Dolor persistente: Si experimentas dolor que persiste durante más de unos días o que se vuelve recurrente
2. Lesiones: Después de sufrir una lesión, como un esguince, distensión muscular o fractura
3. Dificultades de movimiento: Si tienes dificultades para realizar actividades cotidianas debido a limitaciones en el movimiento
4. Postcirugía: Después de una cirugía, el fisioterapeuta puede desempeñar un papel crucial en la rehabilitación para ayudarte a recuperar la fuerza, el equilibrio y la funcionalidad.
5. Condiciones crónicas: Personas con enfermedades crónicas como artritis, fibromialgia o dolor de espalda crónico pueden beneficiarse de la fisioterapia para gestionar los síntomas y mejorar la calidad de vida.
6. Prevención: la fisioterapia puede ser beneficiosa para prevenir lesiones, mejorar el rendimiento deportivo y mantener un estilo de vida activo y saludable.
7. Problemas de equilibrio: un fisioterapeuta puede trabajar contigo para mejorar estas habilidades y reducir el riesgo de caídas.
En general, si sientes que tu salud física está afectando tu capacidad para llevar a cabo actividades diarias normales, o si simplemente estás buscando mejorar tu bienestar físico, considera programar una consulta con un fisioterapeuta.
El coste de las sesiones de fisioterapia en España puede variar según varios factores, como la ubicación geográfica, la experiencia del fisioterapeuta, el tipo de instalación y la duración de la sesión.
Además, el precio puede depender de si estás recibiendo tratamiento en una clínica privada, un hospital, un centro de rehabilitación u otro tipo de establecimiento.
En general, el costo promedio de una sesión de fisioterapia en España puede oscilar entre 40 y 80 euros.
Los costos específicos pueden variar, y se recomienda verificar directamente con el fisioterapeuta o la instalación en la que estás considerando recibir tratamiento para obtener información precisa sobre tarifas y posibles opciones de pago.
El tiempo que tarda en hacer efecto la fisioterapia puede variar considerablemente según la naturaleza del problema de salud, la gravedad de la condición, la respuesta individual del paciente y la consistencia con la que se sigue el plan de tratamiento.
Algunos pacientes pueden experimentar alivio inmediato después de una sesión de fisioterapia, mientras que otros pueden necesitar varias sesiones antes de notar mejoras significativas.
Es importante tener en cuenta que la fisioterapia a menudo implica un enfoque progresivo, donde los beneficios se acumulan con el tiempo a medida que el paciente realiza ejercicios recomendados, sigue las pautas de cuidado en el hogar y participa activamente en el proceso de rehabilitación.
Después de una sesión de fisioterapia, es importante seguir algunas recomendaciones para maximizar los beneficios del tratamiento y acelerar el proceso de recuperación:
Sigue las indicaciones del fisioterapeuta: Esto puede incluir recomendaciones de ejercicios para realizar en casa, consejos sobre actividades diarias y posiblemente indicaciones sobre terapia en casa, como la aplicación de hielo o calor.
– Descansa si es necesario: Dependiendo del tipo de tratamiento recibido, es posible que necesites descansar o evitar ciertas actividades durante un período de tiempo específico. – – Escucha a tu cuerpo y dale el tiempo necesario para recuperarse.
– Hidratación y nutrición: Mantente bien hidratado y sigue una dieta equilibrada y saludable. La hidratación y la nutrición adecuadas son importantes para el proceso de curación y el mantenimiento de la salud general.
– Evita actividades intensas: Es posible que debas evitar actividades intensas o de alto impacto inmediatamente después de la sesión, especialmente si has recibido manipulaciones o tratamientos que afectan a las articulaciones o músculos.
– Haz tus ejercicios en casa: Si te han asignado ejercicios específicos para hacer en casa, asegúrate de seguir el programa de ejercicios de manera regular.
Comunica cualquier preocupación: Si experimentas algún efecto secundario inesperado o si tienes preocupaciones sobre el tratamiento, comunícaselo a tu fisioterapeuta.
– Programa futuras sesiones: Si tu fisioterapeuta recomienda sesiones de seguimiento, programa las citas necesarias para dar continuidad al tratamiento y mantener el progreso.
Recuerda que cada persona y cada tratamiento son únicos, por lo que es fundamental seguir las indicaciones específicas de tu fisioterapeuta y discutir cualquier pregunta o inquietud que puedas tener.
En España, tanto los fisioterapeutas como los osteópatas son profesionales de la salud que se dedican al tratamiento y manejo de diversas condiciones musculoesqueléticas y neuromusculares, pero hay diferencias significativas en sus enfoques, formación y reconocimiento legal
Formación y educación: En España, los fisioterapeutas son profesionales de la salud que han completado un grado universitario en Fisioterapia mientras que la Osteopatía es una especialidad dentro de la fisioterapia. Sin embargo, en otros países como Portugal la Osteopatía es un grado universitario y en EEUU y Rusia los osteópatas son médicos
Reconocimiento legal: La fisioterapia es una profesión legalmente reconocida en España, y los fisioterapeutas están registrados en el Colegio Profesional de Fisioterapeutas. En España, la osteopatía no tiene un reconocimiento legal como profesión independiente en el mismo sentido que la fisioterapia. Sin embargo, algunos fisioterapeutas pueden tener formación adicional en osteopatía
Enfoque del tratamiento:
La sentencia del Tribunal Supremo 3993/2021 determina que las terapias manuales como la osteopatía, el quiromasaje y la quiropraxia, sólo pueden llevarse a cabo por personal sanitario, y según aclara el Ministerio de Sanidad, es únicamente, en las Unidades de Fisioterapia (U59), donde pueden administrarse dichas técnicas, ratificando al fisioterapeuta como el único profesional sanitario con competencias en dichas técnicas. Sin duda, este supone un avance en la protección de los pacientes y en la lucha contra el intrusismo en fisioterapia.
La sentencia establece que cualquier “actividad que consista en procurar un tratamiento preventivo, curativo o paliativo de determinados síntomas o dolencias ha de considerarse materialmente sanitaria” y, como tal, debe llevarse a cabo en centros sanitarios.
Osteopatía estructural: Se centra en el sistema musculoesquelético y en la manipulación de las estructuras óseas y articulares para mejorar la función y aliviar el dolor.
Osteopatía visceral: Se ocupa de evaluar y tratar problemas relacionados con los órganos internos. Los osteópatas viscerales utilizan técnicas manuales suaves para mejorar la movilidad de los órganos y promover la salud del sistema digestivo, circulatorio y otros sistemas internos.
Osteopatía craneal: mediante técnicas manuales, liberan y facilitan la micromovilidad del cráneo y el conjunto de la relación craneosacra a través de las membranas meníngeas y el papel del líquido cefalorraquídeo. Algunas consecuencias de alteraciones posturales, traumatismos, desequilibrios musculares etc, pueden afectar a nervios craneales, arterias, glándulas y otros tejidos, a su paso por orificios craneales o en el interior mismo, lo que puede provocar neuralgias, dificultades de visión, audición, alteraciones de algunas funciones glandulares, vértigos, migrañas, e incluso a través del sistema nervioso vegetativo, trastornos digestivos, respiratorios, vasculares etc.
